Robespierre (Arrás, 1758-París, 1794) quedó huérfano siendo
niño y se crió en un colegio rodeado de nobles que le despreciaban por no
serlo. Tremendamente inteligente, terminó graduándose en leyes y convirtiéndose
en una persona culta de ideas renovadoras. El estallido de la Revolución le
llevaría a convertirse en líder del sector más radical, los jacobinos, y en protagonista,
probablemente a su pesar, de los episodios más sangrientos de la revolución.